Lo bueno de la memoria muscular
Imagina que tu musculatura es saludable y está en un estado de reposo normal. Esto significa que los músculos no están contraídos o flácidos durante el reposo.
Cuando te ejercitas, cosa que si haces correctamente es beneficiosa, tus músculos trabajan contrayéndose/tensándose y se vuelven más fuertes a causa de esta contracción/tensión. Al acabar el entrenamiento los músculos pueden estar más tensos que cuando empezaste. Esto es normal.
La parte buena de la memoria muscular es que, debido a ella, la musculatura querrá volver al estado en que se encontraba anteriormente.
Si la musculatura se encuentra en estado de reposo saludable y normal, podrás contraer/tensar repetidamente los músculos y estos perderán esa tensión extra y volverán a su estado de reposo normal. Cuando vuelvan a la normalidad, estarán saludables y listos para el siguiente trabajo que les quieras dar.
¡Bien por la memoria muscular! Bueno, a lo mejor no tan bien…. Como irás leyendo a continuación.

Lo malo de la memoria muscular
Voy a usar el ejemplo de una persona con la musculatura isquiotibial rígida. Los isquiotibiales son los músculos que forman la parte posterior de los muslos. A medida que te inclinas hacia el suelo son estos músculos los que estás estirando.
Vamos a imaginar que esta persona comienza una sesión de yoga y no es capaz de llegar a tocarse los pies cuando se inclina hacia delante. Hacia el final de la clase puede inclinarse algo más pero todavía es incapaz de llegar a los pies. Sus isquiotibiales se han relajado/estirado un poco. No están tan contraídos/rígidos/acortados como cuando empezó la clase.
¿Qué ocurre al día siguiente? ¿Los isquiotibiales mantienen toda la longitud extra que ganaron al final de la sesión de yoga el día anterior? No. Si estos músculos solían estar muy rígidos, tendrán la tendencia a volver al estado de rigidez en que se encontraban antes de la sesión de yoga.
Esto es lo malo de la memoria muscular. Si los músculos están normalmente rígidos y haces algo para relajarlos una vez, lo que ocurrirá es que volverán al estado en que se han encontrado habitualmente (rígidos).
Si fueras a una sesión de yoga al mes para intentar relajar tus isquiotibiales, probablemente no tendrías ningún progreso. Si asistes tres veces por semana durante seis meses, probablemente progresarías y sentirías estos músculos más largos y relajados (en un estado más normal en reposo) que antes de empezar las clases seis meses atrás.
Es por la repetición del estímulo (frecuencia) de estiramiento y su efectividad para estirar/relajar/soltar la tensión que la memoria muscular puede cambiar gradualmente de mantener la rigidez y el acortamiento a tener una longitud y tensión normales en estado de reposo.
Principalmente hay tres formas de ayudar a la musculatura a relajarse/estirarse: masaje/automasaje, estiramientos y el uso de calor (tomando un baño caliente, usando un jacuzzi, una sauna o incluso una almohadilla eléctrica)

Puedes cambiar la memoria muscular con el tiempo, para mejor y para peor
Memoria muscular cambiando a mejor
La persona que empieza a asistir a clases de yoga con los isquiotibiales rígidos y no puede tocarse los pies cuando se inclina hacia delante puede llegar a tocarlos en un momento dado después de meses y meses de clases. La memoria muscular correspondiente a un alto nivel de tensión en reposo puede cambiar a otra de mayor relajación y longitud en estado de reposo. A mayor tiempo esa musculatura haya estado rígida y acortada, mayor tiempo necesitará para cambiar.
Si alguien recibe un masaje una vez por mes, se encontrará notablemente más relajada después del masaje, pero la mayoría de esa relajación desaparecerá en poco tiempo. Si la misma persona recibe un buen masaje dos o tres veces a la semana durante meses su musculatura conservará el estado de relajación/mayor longitud durante mucho más tiempo. Su memoria muscular habrá cambiado hacia un estado mucho más normal que el contraído/rígido.